domingo, 28 de diciembre de 2008

RaYuElA
Julio Cortázar

Pero el amor, esa palabra…
Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres, de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos justos, no te quiero por que la sangre me llame a quererte, te quiero por que no sos mío, por que estás del otro lado, ahí donde me invitas a saltar y no puedo dar el salto, por que en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (Cómo te gusta usar el verbo amar, con que cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente, por que un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier va a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con eso ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, por que vivís en la salud, después de mí será cualquier otra, eso se cambia como los corpiños.
Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos al Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto por que todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua con una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora d infinito, yo no se tomar, perdóname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosera, fíjate. Pero fíjate bien, por que no es gratuito.
¿Por qué Stop? Por miedo a empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacas una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atas con ayuda de las palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estanqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto. Pero estoy solo en mi pieza, caigo en artilugios de escriba, las perras negras se vengan, como pueden, me mordisquean desde debajo de la mesa. ¿Se dice abajo o debajo? Lo mismo te muerden ¿Por qué? Míralas ahí están en ese poema de Nashe convertidas en abejas. Y ahí en dos versos de Octavio Paz, muslos de sol, recintos de verano. Pero un mismo cuerpo de mujer es María y la Brinvilliers, los ojos que se nublan mirando un bello ocaso son la misma óptica que se regala con los retorcimientos de un ahorcado. Tengo miedo de ese proxenetismo, de tinta y de voces, mar de lenguas lamiendo el culo del mundo. Miel y leche hay debajo de tu lengua…
Si pero también esta dicho que las moscas muertas hacer heder el perfume del perfumista, en guerra con la palabra, en guerra todo lo que sea necesario aun que haya que renunciar, quedarse en el mero pedido de papas fritas y los telegramas reuter, en las cartas de mi noble hermano y los diálogos del cine. Curioso, muy curioso que Puttenham sintiera las palabras como si fueran objetos, y hasta criaturas con vida propia. También a mí a veces, me parece estar engendrando ríos de hormigas feroces que se comerán el mundo. Ah, si en el silencio empollara el Rock… Concebir una raza que se expresara por el dibujo, la danza, el macramé o una mímica abstracta…

domingo, 29 de junio de 2008

aTiLa y La LuNa

- Atila “Azote de Dios” Figura legendaria de la historia de Europa, paradigma de crueldad…
- La luna “Satélite natural de la tierra” El astro más cercano y mejor conocido por los científicos…

Uno debería pensar muy bien antes de unir, así como así dos símbolos, que no se pueden describir con tanta facilidad.

Atila y la luna.

Suena bien, pareciera que sueña muy bien, con una visión romántica como la que le daría un poeta, la unión de un guerrero incansable con una historia femenina, la dueña de la noche, la cómplice de los amores que no se pueden ver, que se tienen que esconder en la oscuridad que solo ella ilumina…

Así con una visión romántica, pues…
No resulta tan mala idea.

La realidad:

Atila: Un hombre
La luna: Una mujer

Conclusión:

Una vida, momentos que se comparten, que se construyen con tiempo, amor y simplicidades de las que se construye la vida, como escribir, leer, vibrar a cada paso tan solo de recordar una palabra, un aroma, un día soleado, una mañana húmeda, un beso…

Dos personajes, una historia.
Factor en común, la palabra, lo que se escribe, lo que te identifica, lo que sueñas que serás y termina letra por letra.

Un sueño, una noche de trabajo intenso solo para escribir una historia dos seudónimos y el tiempo…